viernes, 21 de agosto de 2009

REFLEJOS EN UN OJO AZUL

A mi hijo Andrés, con quién mantengo discusiones y despiporres reflejados en estas notas.
Retazo de intromisiones en el foro de Ediciones Irreverentes; y no todos, algunos me censuraron o, sencillamente, los eliminaron.
Debo destacar que el hecho de exibir estos fragmentos, a veces recalcitrante, se debe a que, en continuas reiteraciones, acaso forzadas, en barrena... e incluso exasperantes, pretendo precisamente incidir con saña sobre el particular: Uno de los nuestros.

Saramago y Darío Fo
¡Qué yo sepa...! Considero de gran valía a estos dos grandes hombres, tanto en su proceder, en inquietudes, éticamente... y lo que para mí resulta de mérito verdadero, es la actitud diaria, la honestidad de sus intenciones siempre, la sobriedad de unos ideales consistentes, y el no incurrir bajo ningún concepto al cambalache, tan de moda en estos tiempos que corren que se las pelan. Ahora bien, como literatos (sin pretender leer la cartilla a nadie... ¡hasta ahí podíamos llegar!) e interesándome primero por Saramago, declararé que siempre que leía algo suyo, no sé por qué diantres, pero algo sí que me aburría, aunque también es cierto que hace tiempo que no me apetece abordar nada nuevo; sin con ello pretender llevar la contraria al mundo. No obstante, de Darío Fo conservo uno de los momentos de mayor placer ante el arte teatral en mayúscula y en dos obras suyas, de las que de ninguna recuerdo el título, aunque sí podría juran que protagonizadas por la sin par (en España es un lujo... y que me perdone Santa PE.) Esperanza Roy: UNA ACTRIZÓN; realmente me sentí ante algo verdaderamente nuevo y sorprendente. Y no me interpreten mal sobre mi tedio ante la narrativa de Saramago; repito que lo considero un gran narrador, pero mejor hombre y sin pamplinas respecto al combate frontal contra el Liberalismo ya delirante y aún más en despunte en nuestra Comunidad y Alcaldía Madrileña. AGM.

¡CON TODO EL ARDOR SOBRE EL ULTRA LIBERALISMO!
¡Me explico!: Es de ley que el Ultra Liberalismo (Aguirrismo, o el marido de la mujer que vestía a los payasos) es despreciable desde el punto de vista ético y moral _por muchas ONGES que presidan... por mucha incidía que impriman en el ceño al mirar, pretendiendo ¿tal vez? demostrar una aguda inteligencia o que albergan y dominan talentos y ocurrencias... aún por descubrir_; tanto de antiguo como ahora se reconocen por carecer de pudor a la hora del trueque o del tocho mocho. También (y lo digo sin acritud, dado que me implico de igual manera) pudiese ocurrir que todos andemos a vuelta de todo, pero sin haber ahondado jamás dentro del intrínguli de las ideas. El esquema en sus bases o el andamiaje de sus pilares es bien sencillo; el Ultra Liberalismo, dispone de tal flexibilidad y porosidad que, debido a la ebullición propia de su mismo engranaje o sistema, el vaho que desprende _basándonos en la física del botijo_, y por el aroma narcoticotizante propio del caldo de cultivo y sin la mínima inflexión, de seguido comienza a sudar a chorros; algo excelente, idóneo para que caraduras de todos los pelajes y calibre se sumerjan como si fuesen a darse un baño tras una buena sección en aguas termales; es fácil apostar, elegir... de andar sumergido en la bulla de un gentío variopinto, y una vez enveredado hacia cualquier corriente destellante, por el recurrente birlibirloque o por la magia en su jugo, y de un instante a otro... quién no va a regocijarse al notar por sus venas cómo el opio puro dimana produciéndote al instante la sensación de ser miembro o que formas parte imprescindible del conjunto de tal emporio: que en apariencia te codeas con La Crem du la Crem; aunque por LEY Y ORDEN, quienes se enganchan o apuestan por sistema al caballo ganador _cuando sólo chozpea simulando cierta euforia de representación_, respondan a meros sinvergüenzas. Hoy día suele ser la norma, o moda, entrar en materia sólo con proclamas de pacotilla, lo cual nunca me pareció ni me parece ni serio ni decente ni bonito... y punto. Ahora bien, los pintones que aunque rechinen o huelan a bacalao y se acogen sólo por la propia facilidad a lo trillado [con la careta que antes diseñamos: copia inspirada en la jeta de los cabecillas de esta execrable opción política y, de manera más precisa, de quién maneja el meollo... y no sólo en este asunto en particular: El Ultra Liberalismo; más bien se podría apuntar o sumar en el HABER... y que todo se vuelva favorable y se refleje directamente... ante o camino ligero hacia la GLOBALIZACIÓN: Y allí formen un todo. En apariencia ya no presenta mayores inconvenientes, acaso, bajo tal crisol, las asperezas resultarán bruñidas, y los inconvenientes siquiera aparentarán facilidades inmejorables; el mero impacto del tropel de tómbola en ferias o precisamente por reclamos tan facilones y fulleros, nunca más resultarías _¡tú y muchos como tú!_ ni pizca de indigno ante o entre el gentío, pero con la salvedad o castigo de andar obligado siempre a estar zambullido en tan putrefacto lastre... y ¡pelillos a la mar!; sopena que a alguien aún le provoque dentera, vergüenza... que toda la inmundicia chorree por los entresijos o ijares, no obstante, resultando éstos (los variopintos en puertas del Liberalismo) algo desarraigados... aunque ya no les servirá de nada bula alguna, dado que el curso a galope de tan pendencieros y execrables movimientos se expande sin remisión posible... sin norte; el mero manejo de tal abstracción nos acercará y condicionará, ¡engañándonos!, más a una mísera bicoca que a un polvorín, que es en realidad su identidad nociva; y una vez enajenado completamente, ya te regocijas profiriendo aullidos de placer... sin contención, y con resultados tan aparentemente halagüeños que... ¡qué más da!, aunque por el hálito de una mosca se expanda o cuele el fragor de pócima tan venenosa y de paso, que tan confuso hedor, se propague sobre los tejados del conjunto de la sociedad, hasta donde sólo campan a sus anchas ratas y alimañas... o lo que muchos murmuran en son peyorativo y entre dientes: !GENTUZA¡ ¿Quién podría después asustarse o quejarse que los desterrados... ¡alimañas o gentuza! acudan furiosos y descontrolados tras el olor y destello que proyecta el lujo de los afortunados, de los elegidos? ¡Aunque estoy por jurar que pondrán el grito en el cielo, como mínimo y como siempre... y cargaditos de RAZÓN!] denotan falta de rigor, malos redaños, de objetividad... o sectarismo, obscenidad, grosería, pervesidad pura y dura. etc. Termino o concluyo: desde mi punto de vistas o subjetivamente, todo aquél que, por glamour o lujo de banbalinas, se agarra o aferra a consignas ¿sin conocer? o a desmenuzar el fondo o meollo del asunto en sí, quedaría más guapo y digno quedándose mudo ¡ chiton! u forzando su caricatura; incluso esconderse en su casa con la puerta cerrada a cal y canto para que no se percate nadie de su inexistente o ciego conocimiento y por demás copiado; aunque sólo fuese por vergüenza. Resulta ya de pacotilla e irrisorio atender sólo a lo evidente (insisto: alerta a reclamos luminosos para que la reata de seguidores se sientan identificados como uno de los suyos: UNO DE LOS NUESTROS); si bien se reconocen siquiera por el machaque incesante, aunque no venga a cuento. Ejemplo algo caprichoso, por no delatar a los de siempre: Ahora resulta que de aquí a Lima han acordado por unanimidad considerar a PE (Penélope Cruz) como la mejor, la más grande... ¡Vaya esto en favor o para reparar agravios, hacia aquellos que nunca fueron proclamados ni premiados de nada, siquiera por olvido premeditado... o falta de criterio!; pues, sin reflexión alguna: ¡ala! a sumarse al carro de lo que sólo responde como murmullo huero de lo vanal, de lo borroso; pero sí que se interprete o se traduzca por algo de riqueza de lujoso (Viridiana), deslumbrante... que descolle, pero inalcanzablemente; para la mayoría, el falso fulgor, es sinónimo de destacar en el grado más valioso y susceptible de presumir hasta en los entierros. Sin embargo, de trasladar el ejemplo al asunto que nos ocupa (Nuevo Ultra Liberalismo en Salsa.. a Cañonazos), ya no sería una simple broma si no un reclamo perverso hacia una nueva ERA, más injusta aún que las ya denostadas por execrables. ¿No será que ya todos entendemos y hablamos en tono de cháchara, mas con la justa y precisa ignorancia de quién ya hemos mencionado como Líderes y su Purrela de la nueva ERA?
Ahora, aunque parezca excesivo, detengámonos una pizca más en sus pautas camaleónica de base o... a distinguir; no existe ninguna que no sea proclive al cambalache: si a uno le conviene en el momento, por una sospecha insignificante: siquiera, la de sentirse observado, adquiera sin reflexión la extravagancias mas ridícula, aunque resulte chocante..., con tal de que no fuese confundido. Y ya puestos ¿Por qué no adoptar cualquier viso de vana personalidad _lo huero sirve también de disfraz para pasar desapercibido_, por si acaso rondan ojeadores no gratos... o sin preveer te tropiezas con la cruda realidad de frente... o, si por sorpresa, de espaldas, de sopetón, se presenta alguien a quien conoces de otra faceta o periodo en tu vida pasada? Por cojones y automáticamente debes disfrazar el gesto, el talante: ¡quedarte o estar en babia; hasta que vuelvas a toparte con individuos de anversa calaña, de otra nueva apostura o condición... y de suerte respondan, igual que tú, con el tono ambiguo y perverso de variopintas inclinaciones políticas: ¡ahí se demuestran o se ensayan habilidades!; luego, vuelves a virar o ladeas un poco la intención o el hocico... o siquiera lo frunces sin pudor alguno con propósito de insulto insonoro... _¡en tal batiburrillo de pluralidades políticas, también esto es lícito e incluso memorable, y hasta imprescindible!_ hasta hallar con el insulto o la injuria adecuados; rotundamente y para siempre degustarás el sentirte fuera de órbita: de derechas a izquierdas en un suspiro... de pío a impío, de lujoso a zarrapastroso. En esta ambigüedad de opciones puedes creerte un Dios inmortal; resulta la opción más idónea para que en el mismo momento puedas confraternizar tanto con Dios, como con el Diablo, y aunque anden los dos perchas librando la más sanguinaria y encarnizada de las batallas. Ej.: Si te chocas de frente y de improviso con un amigo, al que conocías como miembro inflexible hacia ciertas disciplinas de izquierdas y aledaños e incluso portavoz y componente activo de alguna de tales, y le sorprendes con un mercedes, un traje de MARCA, un reloj de oro... y demás, inmediatamente, éste iergue los hombros, se sonríe y se acoge, sin pudor alguno, a que sigue siendo y votando a la izquierda, pero que ahora, las circunstancias del momento le han obligado o trocado más hacía el liberalismo: que en su enredo urdido a puntadas largas te pudiera prestar más opciones y oportunidades: ¡Pero no creas, continuo siendo agnóstico y votando religiosamente a la izquierda; no me confundas, yo respondo y responderé a muerte como individuo siempre inclinado a la lucha por la igualdad! ¿Consideran, quién se detenga con una pizca de moralidad y ética ante tales individuos, que se puede caer más bajo ni ser mas fullero y despreciable? Sin embargo, estos guindillas manejan además ¡no se les puede negar! un piquito de LORO, mañas ilusionistas al por mayor, respuestas siempre a punto... y cualquier cosa que en ese instante los eximan de la acusación de la cual alguien les pudiera acusar; simple salen, no airosos, sino reforzados y gozosos de habértela colado: ¡Qué se creerá el mierda este; no es más que un imbécil que anda anclado en el pasado; éstos no se dan cuenta que las circunstancias han dado la vuelta!. Después de tal derroche de ética y de aguda reflexión: ¡escupen por un colmillo, a la vez que guiñan el ojo contrario... y aún imprimen paso más firme y chulesco!AGM.

Pues, a enamorarnos quién pueda. (Sobre premios literarios; y un rapapolvo a quiénes los encumbran)
Y sobre lo dicho tan pormenorizadamente, y en el apartado de autoridades que se apelotonan, arremolinan entorno al jurado… o como público, sólo apuntar que la mayoría responde a individuos de dudosa honestidad; sea por andar siempre en Babelia Artística o por que constantemente se le escapa el Santo al limbro (más inespecífico aún que el cielo) o sencillamente por mero gregarismo. Creo que, de jugar en esto de los premios literarios, se debería apostillas que la estimación de la valía de quiénes se presentan, se somete a grupos de amigotes que aprovechando que se juntan para tomar unas copichuelas y barajar un tanto de obviedades sin honor ni pizca de vergüenza, ya por la penúltima copa optan por lo que, desde unas noches atrás, retenían en mente y ya resuelto antes siquiera de juzgar el título de las obras a concurso. ¿No deberíamos ya poner cada cosa en su lugar? AGM.

Un pequeña puntualización: de la propuesta en el foro sobre disertar un rato sobre literatos viejos y recién sacados del horno; en sí, sobre si el devenir de la literatura o arte en general, no es más que simple ilusión de que abanza o, por el contrario, desde siglos ah quedó, la pobrecilla, junto a la mujer de Lot, convertida en estátua de sal.
¡Hombre! ¡Mira por donde!; eh aquí una pregunta, aunque con casi hueso y poca chicha, al menos otorga alas para planear un ratito a ras de suelo o entre nubes de algodón: En mi opinión, deberíamos empecinarnos en imprimir paso firme hacia adelante; en autoridades en letras (y no pretendo vocear que me lo apropie, ni tampoco todo lo contrario: ¡simple decoro!) se argumenta incesante o rutinariamente que cualquier CUENTO está inventado (desde el punto de vista de análisis encorsectados por academisismos de pacotilla, por supuesto, y de los maestrillos y sus librillos ¡no digamos!: las claves se repiten y si no se inventan) ...repetido hasta la saciedad y que, de avanzar dos pasos, de ley o por tradición tendríamos que reculas al menos otro paso... u dos con tacones; lo que desearía desgranar con ello o sobre tal, no es más que empecinarse en aportar razón (casera o de mi cosecha ¡por quién me toman!) sobre algo que acaso es más un chozpar o una buena micción fuera de plato o tiesto. De aquí se colige que de ser la astucia de la proclama cierta (repetición perpetua en literatura y, por contagio, en todo lo demás: hasta en las gachas manchegas), lo mínimo que se redacta, por el truco del almendruco o el recurrente birlibirloque, ya está plasmado, verificado desde siglos ah, y que acaso nos arrincona o encarrila en el presente al mero pulso, tempo, maneras... en definitiva: EL ESTILO, puro y duro: del cual ¡ni lo mienten siquiera! sospecho viene de propina con el talento. ¡Y al traste con la historia: por no detallar cuanto de suceptible impera en el conjunto de cada instante, de cada suspiro! Sin embargo, los ejemplos, en este caso, me parecen algo chungos de no precisar matices; en el primero es evidente que Proust apostó por cambios y avances con una prosa (brillantísima) hasta entonces sin explicitar, lo que hizo que cierta narrativa diese un brinco; pero contrastarlo, para lo que fuere, con el Insigne, Su Señoría Pérez Reverte, me suena como simple disparate, dado que el tal I.V.P.R. siquiera imita, disfraza o manipula la literatura del siglo XIX y aledaños... como mucho, con habilidad tramposa o fullera y otro tanto tedio y poca vergüenza. Del segundo ejemplo, ni trasluce siquiera qué contrastar; Zweig es un mediocre (aunque más culto y ágil que aquíenes pretendemos comparar: Javier Marías, Muñoz Molina) de su tiempo con mucha palabrería o cháchara; y Julio Verne resultó ser más un profeta o alguien de imaginación desmedida y acaso desbocada en el campo de la ciencia ficción. De cualquier manera, la intención de la propuesta (como el de la oca y tiro por que me toca, o de dama a dama y me la copo porque me da la gana) resulta entretenida y, al menos con ello, no se opta por resaltar y ensalzar tanta publicidad o reclamo susceptible de incurrir, en Derecho y su rama de Competencias Desleales, en un delito. Mas, ni como juego proponer disparates de la gravedad de, siquiera, apuntar en la misma cuartilla el nombre de Prout junto al de Perez Reverte.AGM.




ALTÍSIMA SOCIEDAD


Respecto o relativos a los compromisos sociales o aquello que ampara y reseña de esta manera tan moderna en ciertas asociaciones pro-algo que se encargan o protagonizan o ayudan a algunas de las miles de injusticia que se fraguan o despuntan en el mundo desechado o desecho y en las cuales o referente a su esencia creo sin arrogancias que proceden (sin mermar cierta importancia e incluso aplaudiéndolo) de una mala y absurda concesión intensa e interna de esta forma de comportarse íntimamente con lo inmediato, despreciando lo básico: honradez, generosidad, mundología, instinto, ética...


De qué me sirve a mí y a muchos que  el Sr. Felipe González represente o representase aquello que debería responder a una manera más justa de ver y gestionar el mundo o sociedad y como la autoridad que fue, al menos, respetar aquello más sustancial y que menos dé pié a que sospechemos que, de cuanto le acusaban al no conjugar bien su entorno y de considerarlo siempre y altivamente correcto y jactanciosamente cabal y presumir o imponer con arrogancia aquella falacia de su proclamado entonces Felipismo o Sosiatismo, efectivamente, no estaban mal encaminados; en cierto modo, con tal actitud y a la larga, a los oponentes les amparaba toda la razón cuando le acosaban al sosiata jefe de saciar los instintos y arrebañar de todo aquél que bajo cuerda le pedía favores a cambio de promesas económicas o de poder, fuesen particulares o entorno a su grupo político y de amistades varias. De qué me sirve, repito, si ahora se le ve en programas del corazón como principal o uno de los principales invitados en una boda, pregonada como la primera boda gay de la altísima sociedad, mostrando su sonrisa socarrona de quien ha vencido todas las adversidades incluso y a pesar de dejar a más de un amigo y sobretodo su dignidad política, en la estacada embarrada... No desearía que sospechasen de no acometer el texto de manera justa, crítica, responsable, con talante y sin ningún prejuicio tocante a un lado u otro de la balanza; resumiendo, que no reseñe más incisiva y escandalosamente a la llamada derecha tradicional, hoy casi en su mayoría ultra; pues considero que por evidente deberíamos ni rozarla siquiera, ni aspirar de su atmósfera… ya está bien de menear la mierda. Sin embargo, aquí es donde insisto tanto sobre una actuación personal intachable que siempre deberíamos propugnar, lucir, mostrar y acatar éticamente aun mejor que ciertas actitudes nombradas y aclamadas por la prensa más bien rosa y rayana con el amarillismo franquista como de altruismo, de compromiso; sin embargo, siempre ponderadas bajo palio o en el barullo de una celebración donde se derrocha mucho más con la intención, que si se echasen dignamente el dinero al bolsillo y fuesen justos por ejemplo con las personas que les sirven directamente a ellos, como podrían ser todos aquéllos que les ayudan trabajando… o que dependen, desde el primero al último e irrefutablemente, para que sus negocios sigan en alza funcionando y de la forma donde él continúe derrochando sonrisas de lujo entorno y presente en la altísima sociedad y que sus secuaces reciban sueldos de miseria e incluso ilegales… Me repugna que siempre salgan con la cantinela esa del liberalismo más feroz: es bueno para el negocio; de esa manera les doy de comer a mucha gente. Pues replicó yo a toda voz y en garganta casi a punto de trocase aullido: ¡pues, hijo de puta, haz una cooperativa!… y si te acometen altruismos de tal alcance, o no te queda más remedio que procurar el bien como si de una necesidad fisiológica se tratase…  o al prurito o liderazgo genético de servir siempre como pope en alguna ceremonia religiosa; y todos bajo un síntoma que responde acaso a una irreprimible manera de ser tocante a su genuino carácter. Porque si tengo que dejar de nuevo pasar toda esta parafernalia bajo excusas sospechosamente psicoanalíticas, me pego un tiro… o cerramos el chiringuito. Y esto lo siento igual hacia una persona insigne que hacia el vecino del quinto; aquí todos somos igualmente responsable; refiriéndome exclusivamente a todos los miembros (uno a uno) de la tan cacareada sociedad desarrollada, de consumo de lujo, de primer orden, civilizada hasta la estupidez… y nunca a quines se están muriendo de hambre bajo el lema que nosotros mismos le hemos colgado: tercer mundo.





¿Pero no es un gallo? El Nombre, algo juglaresco, lo tienen que adivinar; se comenta que ya no se puede, en la red, cortar un traje ni a Perico el de los Palotes. No lo propaguen, pero me da en la nariz que este ardid acaso de al traste con la Libertad de Expresión.
Pues a mí, la verdad, siempre me ha parecido ¡digamos! un hombre feo, pero como rebajarse hasta aquí sólo respondería a una vil bajeza, dejémoslo en que parece un gallo: chulito de granja que como suele ocurrir en general, sin ton ni son se le enhiestan las plumas del pecho o pechuga con el sencillo afán o propósito (encubierto) de encantar a las gallinas de su entorno y a alguna otra que ande desesperada en el patio de al lado; de anotar para profanos, que ya puesto y metido en su papel de fanfarrón de gallinero intenta simular que escruta o que se interesa y entretiene mirando a la lejanía: al infinito; mientras, intenta parece que anotase en mente ideas geniales; pues, según aflore su imaginación (de artista) y antes de que vuelva a sumergirse, a ensimismarse, cada tres re-trueques o zalamerías, valiéndose de su esbelto o espigado cuello, lanzará un picotazo al aire: ¡mera gracia!; debemos pensar que acosta de mil ensayos, pues no es fácil hoy día anotar, por supuesto en mente y sólo con plumas y sin tinta ni tintero, lo que un Señor de su calado, tanto moral como de decencia en verso (figúrense que responde a esos sensibles y refinádisimo artistas que defienden y exaltan la matanza del toro y hasta del gallo mejicano), ven y espulgan arte y, luego, lo reciclan con habilidad de costurera antigua; cuanto pudiera o pudiese escupir ¡por cojones! nos debería resultar, si no algo sublime, almenos, una obrita de arte... aunque la cruda realidad nos delate que no es más que una pedantería a clueque en grito; teniendo un pico como labios, obviamente, sería, no una hazaña digna de la ola, acaso un portento traducir por declamación tanto Kirikí... ¡No obstante, ha escrito, dirigido e interpretado tantísimo (exencia de arte por un tubo) que no sería extraño que aun con la dificultad del pico pudiese él reír y, menos de sí mismo, a no ser sin tino: vocerío entre chalados teatrales; o como su compañero en ideales y pluma, caso más académica: el filósofo ese.... (perdonen mi memoria) de gafas de colores y mirar travieso, huidizo, fugaz...; pista aclaratoria os confesaré que también escribe Novelas como la copa de un Pino fálico. Para terminar, no me cabe duda de que juntos o alalimón podrían formar un tajo o par o dechado de aves de sangre fría... y lanzarse a ruedos, a plazas... ahora que se acercan los bolos de verano. Y acaso llevarse de partner o maestra de ceremonias a su jefa en política: ¡para nada desentonaría!; aún, por ese piquito de sonrisa resabiada. Y juntos… ¡ale!… a postular o recolectar adictos confusos, de esos que tanto abundan en nuestro litoral ahora en verano... y hasta en la Conchinchina.

LITERATURA Y CRISIS MUNDIAL
Mira por donde, te voy a contar, al hilo de tu proclama, algo que me acaba de ocurrir sobre literatura _que es mi mundo de Principito Cobarde_, pues harto ya de estar harto... debe ser que aún no me cansé y aun persisto bajo el árbol-guindo para ver si me cae un higo-chumbo. El otro día, es un decir, ya que había mandado un relato pequeño "Mi Tía Isabel" para su lectura y publicación, y dado que las editoriales independientes y altruistas acaso ni se han dignado en contestar, y de hacerlo, mejor ni referirlo (me mandaron la sulicitud de unos cursos literarios a precio de ganga) opté por ¡así, con dos cojones! enviarlo a ANAGRAMA, pero con un pequeño truco; en el asunto puse "Lo que todos" y ya en el email, daba cuenta del nombre real del relato y, más dentro aún, en el adjunto, editaba el relato en sí. Pues, adivina qué me contestaron (una Señirita con abolengo italiano), delatando así su falta de ética y de pudor y hasta de lo mínimo entre carcelarios; pues lo siguiente: Hemos leído "Lo que todos" y aunque nos parece excelente, no podemos hacer un hueco en nuestros proyectos debido a que andamos hasta el sobaco de ejemplares”. Es vergonzoso que estos que alardean de legales (vamos, de ideas, gesto y honestidad o, más seríamente aún, de palabra entre vaqueros en los Wester de For) en el polo opuesto, digamos, de ED. Planeta, cara al público, en su publicidad… y luego que su escritor estrella responda al gringo Paul Austere: un pamplinas que, de prestarle la mínima atención, más aún con el Príncipe de Asturias bajo la entrepierna, se advierte que es uno de tantos que, con una mierda como un redondel, pero de las de broma que venden en navidad, pretenden descubrir de nuevo Las Américas… Más ahora sin asesinar ni violar a Indígenas al otro lado del charco: !seducir con sólo su impronta!; o, para imprimir emoción, acaso hacer la rueda como los pavos reales. ¿De qué estamos hablando entonces, coño? Exigimos trasparencia a los Mandatarios; pero me temo que, de no poner en práctica la mínima honradez en los pilares de la sociedad, en las despensas, en los chineros... todo lo demás huelga: ¡Aun está más corrupto lo esencial; los cimientos, de no apuntalarlos o reforzarlos siquiera andan a pique del desrrumbe!

Saludos. AGM.

(Atendiendo a sobresaltos ciclotímicos de unos amiguetes que, viendo que en una crítica en un períodico "El País" no ponía de putamadre al amiguete artista, se han puesto... como para meterles un dedo en la boca)


Me

parece de recibo que disientas... Aunque no iba de ninguna manera dirigido a este señor (al artista); atizaba leña para como le sugiero a otro del foro (Antonio), levantar polémica. Con esto no reniego de mis crípticas observaciones (según algunos, exasperantes): sigo pensando que nos vamos irreversiblemente sesgando hacia la complacencia del entorno hueco, en cualquiera de sus vertientes. Y el artículo, ya he comentado que no tengo acceso a ningún periódico, pero estaré encantado de que lo publiquéis alguno de los más dolidos; así iremos más
directos al grano o meollo.
Pero, por favor, no te
enfades, que no fue esa mi
intención. AGM.

He impostado, por un periodo corto, el nombre de "Quién no es ni la Trini ni su abuela"; pido perdón... (entre esto y aquello, daré pistas de por qué tal infamia)
Mi ética se resiente viéndome emular a cuantos se esconden bajo nombres falsos, acaso porque no tienen narices para afrontar las sandeces que consiguen escribir, o al dictado. No tengo perdón, aunque podría apelar al juego trampa de observar a quién contesta si desconoce tu nombre verdadero, y así, por tanto, fuera posible apreciar mejor, sin autocensura, su opinión más directa y objetiva… aunque sólo sean insultos hacia ti, hacia uno; no obstante, ni así merezco perdón.
Este acto de constricción tiene varios motivos; uno, que aunque las ganas me apremien, o me vaya de bareta, ser valiente y nunca volver a este foro, donde, aparte de anuncios sobre sexo, siquiera se pronuncian aquellos que sólo sienten la necesidad de untar pomaílla o vaselina a la Editorial para no entrar en desgracia: como muestra, la manera babosa de exponer en público alabanzas sin identidad o demasiado a la vista, aunque muy acarameladas y condescendientes todas (debo confesar a la chita callando que en alguno aflora cierta inquina camuflada: en su alago intercala que de tan inreverentes ni han premiado a las muheres); y dos, me siento sucio de seguir participando en este medio, cuando ya estoy completamente seguro, después de estudiar los premios (el 10º aniversario de Ed. Irreverentes) y comprobar que, en una Editorial que se jacta sin pudor y sin tregua con el San Benito de que es la única Editorial Independiente y, por más señas “entre amigos” de puta madre y al máximo de honestos, determino o que es broma o una añagaza para quién no tiene cojones de declarar frontalmente su verdadera identidad... ¡incluso la política! Y, por favor, no entren en la sospecha mezquina y respuesta huera de que si declaro esto es que soy un resentido; lejos de mí añorar formar parte de tamaño elenco de personajes, todos doblados y tronchados hacia la derecha... y más aún, quienes señorean un nombrecillo acaso conocido en sus circulitos de tertulia. Además, necesito prometerme a mí mismo, ahora que ando mejor de mi chaladura, que uno jamás debe entrar, ni con capa española y chistera, adonde se arrejuntan personas que no son ni de tu condición ni de tus principios… ¡o, que ni tienen... o que han cambiado de chaqueta, auque la camisa aún les sirve! Y si cualquiera desea contestar para que yo me entere, debe hacerlo por email; aquí, espero no volver a entrar: ¡Harto de soliviantar al gallinero! Gracias. AGM.

“El libro como mito" Respuesta a un tal Curto, entusiasmado hasta el enamoramiento con el papiro.
Me parece estupendo... incluso soberbio, tanto el artículo como el mensaje; a mí también me agradaría como a Umberto Eco poder afirmar, con una frase para el recuerdo, y que mi último suspiro ("Buñuel") fuese grabado en un pergamino o papiro; pero la realidad para quién no dispone de voz ni eco ni nombre ni de "casualidad" toparse con alguien de poder y de amiguismo… es otra cosa bien distinta. La mayoría de muchos escritos, incluso importantes, se quedan dentro de una caja sin que siquiera sean ojeados; se arrumban en algún rincón del desván para que ratones y polillas se den un culto festín. Yo, mismamente, me veo ¿obligado? a exponer mis textos en un blog de estos electrónicos; así al menos alguien despistado pudiera leerlos; y mientras, sueño... soñamos en secreto, que un loco o iluminado se aplicará sobre ellos y acaso le dé la ventolera de concertar una cita para así pasarlos o trasladarlos a ese papel tan codiciado por quienes escribimos sin fama, sin publicidad, sin padrino... auque siempre asiando Una Milonga ¡Así, palmariamente, es para la mayoría de muchos escritores! Por último, me gustaría apuntar que si me leen, da igual desde dónde: me doy por satisfecho. AGM.

Contestación a alguien que ni se identifica para insultarme.
Me encantaría que quién lance dardos, almenos, que se identifique; es un gesto finísimo y exquisito entre damas y caballeros (y que no se encresten las feministas que no va de eso) y sobre todo por qué enturbiar las maneras, las formas... siempre que, por descontado, tras lanzarnos un guante saquemos, reglamentariamente, pistola, faca, espadas desnudas... y a rostro descubierto ¡que no es carnaval! Creo que las palabras, en sí mismas, ni destellan color ni mala intención ni sangran si responden adecuadamente a su cometido o matiz en una frase; claro, de estar adecuandamente en su justo luegar. De meternos en semántica, dando pautas o caclase de especialista en linguística, sería una fanfarronada fuera de lugar; si acaso hoy día, la dichosas palabras (las que vuelan por los platós y a las cuales nos referimos), sólo y decídidamente sirven o se emplean las típicas y tópicas de tertulianos alrededor de un fiasco... o en el cultísimo lenguaje de los Presli-Iglesias-Cantos de tarado... y demás Pijos en las letras de sus canciones; así que, cuando algo suena distinto (al no andar diestros en lecturas algo más consistentes, de más amplio espectro) ya afloran los sabihondos dolidos (ateniéndose a hipocresías mayores) porque le han hecho pupita a sus tendencias políticas de pacotilla... o han menospreciado su doctorado en Yuta: ¡con las pelas y sufrimiento que les costó a sus padres! Ahora bien y dicho lo cual, querría pedir perdón por mi falta de rigor al acudir de nuevo aquí (mal que me pese sigo, adictivamente y a rabiar, queriendo al patrono: me temo lo peor, que mi asunto lo agarre Lilina Cabanni y monte una película), él fue uno de los pocos que entendió u opinó que entendía el tocho de mi literatura… Supongo que así, por chulería o empecinamiento, para demostrar ¡no sé qué o a quién! Pero, al fin y al cabo, así fue que se arriesgó a publicarme) O, acaso por una ventolera os he tomado cariño a los seis o siete Pericos (aquellos que parapetándose en este nombre tan bíblico intentan difamarme) que tanto les gusta provocar o que creen ellos solitos que provocan; entre trabajos y descansos mirando al techo me alivia y entretiene contemplar adónde puede llegar o dirigirse las personas humanas tocante a la mera fruslería: ¡Ala, ábrete boca y di lo que quieras! Antes de seguir debo aclarar (y espero que se me entienda) que nunca la política al uso me interesó ni me interesa un carajo; de no tener el mínimo de dignidad ni me paro a observar: méjor deleitarse mirando al infinito. Si acaso, ¡lo máximo a lo que me tengo permitido! corresponde a que, miestras me abandono, se me cruce una mosca versada en política... y ¡zas! la caze al vuelo; así que, de referiros a los partidos en trance, a un lado y otro de la intención fullera, no incluirme; pues, de tender hacia algo andaría más próximo o escorado hacia al Anarquismo…de apoyo frotal contran el Capitalismo.... pero siempre muy lejos del trapicheo de lo políticamente correcto; aunque tampoco he constado ni consto en ninguna lista… ni en la de la compra. Para el tal Pedro que se denomina amigo mío le voy a dar una sorpresa: Cariño, no soy cinéfilo... ni me gusta Casa Blanca y menos, adorar a ese Dios tan proclamado por los Españolitos en la entrega de los Óscas, salvo su película negra: Perdición; tengo una vasta cultura cinematográfica, pero en el terreno crítico y espulgando con denuedo lo escaso que me suele interesar, resulta casi vano ampliar este asunto; porque, sencillamente, no me apetece un pimiento. Mas, si se quitan las gafas de ojear frases elementales y se acoplan aquellas de tres dimensiones _sin ellas, ni dios daría con el rastro de una hebra de tan endeble hilo_, podéis hojear "Los nuevos proscrito"; pedírselo prestado a ediciones irreverentes... o a mí, ya que vuestro Editor _ya no es el mío_ me ha devuelto los ejemplares, según él, no vendidos; los remitiré encantado adonde me digáis: ahí comento, bajo mi estrabótico punto de vista, la película Volver de su Majestad, Don P. Almodóvar: para comprobar mis exclupulosas intenciones, aunque de pasada, respecto al asunto éste de la cinematografía. Y también advertiros que está en vuestra mano entender mejor los textos; sólo afianzaros más a cosas que no sean tan fútiles, evanescentes... que contengan más enjundia y menos historietas de tres al cuarto, lineales, simples; no sabéis, aquéllos que desperdiciáis un tiempo precioso, alabando sólo lo fácil, lo trillado, lo huero, lo vacío..., pisoteando las margaritas y perlas que se esconden entre la hojarasca, entre líneas, en el juego con la hipotaxis, libando casi de la nada, rebuscando entre imágenes borrosas y ocultas o, sencillamente, solapadas, cuantas joyas andan camufladas: ¡por los pies de cristo, cuánto os perdéis! Y lo mismo le recalco a ése, uno de los Cancerberos (Irreverentes), que de interesarme algo, acaso la ironía desnuda o vestida: ¡todo vale en una discusión bien aliñada o con el mínimo rigor! Sin embargo, jamás las pamplinas sobre politiquillas de tres al cuarto. Esto de lo que hablamos, de responder o adquirir algún sentido, se debería polemizar sobre literatura en rama y dejarse ya de tanta tontería, corporativismo, bailar el agua, untar la oreja, las medias tintas, amenazas de sacristán cachondo... o salir llorando a grito pelao porque le endiñaron un arañazo de nada en su mejilla lisa y rosada como el culito de un bebé... ¡con lo lindo que es mi niño; prenda mía! Aunque también os gritaré que los de derechas y aledaños me suelen provocar urticaria... y ya, lo que huele a COPE, a la Bicha, o al Retrógrado Arrrogante Rauco Varela suelo entrar directamente en un choque anafiláctico.
Hasta que vuelva a descansar. AGM. Ya sabéis mi web; así que... ¡animaros a insultarme sin censuras ni cortapisas!

Entre Pericos (creo que es siempre el mismo: un pobre cobarde que se refugia, presumo, para que nadie vea y compruebe las sandeces a las que puede llear...) y algún pájaro que otro, anda el juego macabro.
Espero que no me vuelvan a recriminar por qué no escribo o redacto como cualquiera de esos que apabullan con su agilidad de escribano y sus pautas aprendidas en algún Liceo de renombre; cuando escribo pretendo en principio (lo más honestamente posible; dada mi condición de mero diletante o de quién en la cartilla acaso llegó al tomate), lo más facilito y elemental: sujeto, verbo y predicado, pero algo desenfadado ¿las musas? me somete, me penetra, me lleva al huerto…; a partir de entonces redacto poseído de un arrebato y sin miramientos ni topes ni vallas ni rejas ni perrito que me ladre; emborrono hasta la masa de la pizza o de oblea si se pone a tiro; otras veces, con la rabia del Hombre Lobo, las engullo después. De sobra conocía esta web, puesto que fui uno de los primeros en ser tocado por la gracia mariana del patrono, para publicar aquí bajo su tutela (MAR), aunque hasta hoy no supe claramente que la gente se esconde bajo un seudónimo indescifrable para tachar de hoja de perejil... (y no hablo de la odisea o hazaña del estratega Don Pío Trillo, sobre la Isla Perejil) a quién no responda asintiendo respecto a sus gustos e intenciones... ¡y se queda tan tranquilo y refollante!; y aquí enlazo con el tema candente sobre que la lectura y la escribanía andan más alicaídas que un guacharro en la calóo. No podemos, sin embargo, defender lo festivos y graciosos que somos ante el mundo y lo linces que nos comportamos y exibimos en los chiringuitos, romerías y demás... y encima leer algo de enjundia: ¡con lo plano que se queda el cerebro a pleno sol y con peineta... y, de regalo, arrastrando el traje de volantes: defiendo, con la mano en pecho, que tales ardiles acaso serían posible por Duquesas in extremis! Además, ya hemos adelantado incluso superado marcas en deporte: ¡una barbaridad! que es lo importante en una Nación; ayer o anteayer, Franco lo utilizaba como adormidera; hoy el mundo entero nos trenza, nos intrincamos... y todo reboza y se mece en ese maremágnum de la competición sin barreras, sin honor, sin dignidad, casi a tiro limpio. El otro día, por casualidad, contemplé la imagen más desoladora que cabría suponer; viendo de refilón un avance sobre el deporte (sección que comenzó con unos pocos minutos y que ya asciende u ocupa las 3/4 partes de un telediario o periódico o revista o radio o lo que fuere que en principio debería servir para informar y que ahora en tales se vierte para enajenar al Ser y al no Ser y hasta su puta madre, desde que nace) pude contemplar atónito cómo un padre trataba de consolar, con unos buenos y varoniles gritos de macho encendido, a su hijo de unos 5 años que lloraba desconsoladamente porque a su equipo le habían metido un gol: ¡No llores, maricón, que en el próximo partido ganan los nuestros! Esperan que de seguir este ritmo dedicado a la pura competición sin otro apelativo, incentivo... que el dinero puro y duro y la posibilidad de ver autoimolarse a la estrella de turno: ¡seguro que con eso te corres; y si no, luego en el entierro, arengas vítores y proclamas con la promesa de un homenaje en el mismo campo y lugar adonde el difunto perdió la vida: ¡qué lindo detalle!; y aún más si cabe, apostar superticiosamente y que siga proliferado todo este sin sentido.... y de manera contundente y sin límites: ¡todo se arregla con una vistosa puesta en escena! De qué hablamos cuando hoy ser lector en la mayoría de los pueblos y en el grueso de ciudades es sinónimo de blando, de padado de moda o de mariquita... (¿a que parece un recuerdo de antaño?; un hombre debe ver y entender de futbol y de toros... y, por descontado, ir sujeto o empuñando un manillar; ya anda el arte para señoritas, aunque éstas, con el roce o mimesis, ya resultan aún más brabuconas. ¡Presten atención cuando un Gay le sorprenden con un pregunta sobre de porte; es pobre las pasa canutas... siempre y cuando se le de otra vuelta de tuerca y éste se embelecen con las piernas y pectorales de los deportistas! ¿A quiénes, que no dispongan de una aceptable cultura y carácter regios, consideran que le va a interesar descubrir nuevos caminos, nuevas sendas con otros coloridos, aromas, sonidos? Y quién podría hoy apuntar, como Robert Walser hiciera sobre la prosa de Gofri keller, que de ella le gustaba sobremanera cómo describía hasta la extenuación las hojas de los árboles... y hasta el último recoveco, en apariencia insignificante. Como anécdota, este excelso e inimitable escritor (a quién Kafka admiraba e incluso intentó emular en sus comienzos) se salió la primera vez que acudió a un cine, alegando que todo era pura mentira: patraña; que no había nada reseñable como artístico: mucho oropel y poco talento.
¿Sería posible hoy un Ulises, A la busca del tiempo perdido, La muerte de Virgilio, El hombre sin atributos, La metamorfosis, El Quijote... e incluso cualquier otro perfil... (en tiempos, relegados para señoritas, no obstante y a pesar de las adversidades, mucho más cultas aquéllas aplicadas sobre: Jane Bowles, Las Bronte, Janne Rhys, Fláneri O`Connor, Jane Austin, Djuna Barner...; ahora la muestra más excelsa responden, sin apenas preparación salvo la del físico y las dietas, o como propósito fullero de arrebañar fama escribiendo _o sus negros_ libros de éxito asegurado... o a las académicas Almudena Grande o Echevarría, por poner un ejemplo) ... La Regenta, La Montaña Mágica, El Jugador, !Absalón, Absalón!, Guerra y Paz, Si te dicen que caí, Tiempos de silencio, La saga fuga de J.B.. Y ya de ponernos condescendientes ¡tirando la casa por lafenetre! ni siquiera las novelas de misterio de Simenón, de Evaristo Acebedo... y otros maestros... O esas otras no tan lejanas (hoy sus agudos entramados han derivado en la idiotez supina o mera imitación, a peor, de la Cristy) y bautizadas de novela negra, como El Halcón Maltés o Cosecha roja o Gambito de Caballo? Y ya en temas filosóficos ni me detengo. Así que menos quejarse y menos aplaudir gestos miserables como que a tal o cual le han otorgado el Óscar de mierda (Marlon Brando, lo rechazó, y el inmejorable E.G. Robison ni siquiera obtuvo una nominación o proposta para algún premio de la Santísima Academia de Las Artes de EEUU; Sartre también rechazó el Nobel) o que zutano y mengano han jugado muy bien con una pelotita... ¡Y, por favor, no vengan a recalcar lo que ya se rebatió a principio del siglo pasado (Webel), porque es sólo una perogrullada de paletos!: El deporte, y en España aún el toreo, serían las canteras perfectas para modelar los nuevos Héroes con pies de barro ¡o de oro!; ahora bien, lo que nunca pudieron imaginar es que esos Héroes fueran los más ricos o millonarios del mundo: Déspotas poseídos de arrogancia, dopados... cuando la mayoría ni sabe leer siquiera y ya de cualquier otra rama del arte o cultura general, ni hablamos... ¡Perdón, suelen asistir a Pase de Modelos! ¡Qué triste canción; qué míseros y ciegos al basarnos sólo en habilidades manuales o con una pierna o pezuña; y que luego todos anden moviendo dinero hacia paraísos fiscales bajo el consentimiento de autoridades de todo tipo, incluso la eclesiástica. Bueno, para Ella, en este momento, o siempre, con que las viejas pobres aporten el dinero, del que no poséen ni para el mero sustento, en la declaración de la renta… o rebañar limosnas a trasmanos, bajo el hábitos unas y entre sotas otros… o arrebatar herencias en lechos de muerte cuando ya los moribundos han perdido la conciencia entre rezo y rezo, entre ay Jesús y ay la Virgen... ¿No deberían tener bastante...? Aunque nunca es bastante o suficiente para ¡por caridad!, los nuevos curitas se puedan vestir en Armani y llevar coches de Lujo impunemente... y como cualquier guindilla pintón que se precie, a la moda en los saraos de la aristocracia. Y ya el colmo: atreverse en el púlpito a adocenar a la feligreses para que voten al PP (Y luego tratan de acogerse a una FE ciega y divina) ¡Me cago en mis muelas! Y a ti, Pedro Anónimo, tampoco va contra ti lo que intento explicar o garabatear, no me seas tan presumido; a no ser que te hayas enamorado de mí. (Me da vergüenza repetir que perdonen mis faltas, ya que soy disléxico severo... y no tengo quién corrija mis textos; no obstante, vuelvo a pedir misericordia... ¡por si las flays!. Y porque muchos no cesan de reprocharme que cometo más faltas que Pichote!) AGM.
Queridos Foreros, un cariñoso azotito a tiempo, nunca viene mal ¿no os parece? También se puede utilizar el gato de siete colas, la fusta... pero eso ya cuando seáis mayores.
Esto va dirigido incluso a los que (salvo a dos que quizá hasta se han extralimitado en alagos desmesurados) ya se han decantado y con saña y sin conocer mi literatura me juzgan (¡que me parece estupendo: viva la libertad de expresión!) sólo ateniéndose a mis réplicas alborotadoras dentro sólo de este Foro; me divierte calentar la sangre para que los coléricos, sin seso, os lancéis cada cual al cuello que más le atraiga... sí, esos que recuerdan fielmente a un pollón empalmado. Uno ya me ha brindado el lance de que jamás me leerá: Sobre este particular le contestaré con un comentario de Buñuel cuando la reata de censores del Dictador F. Franco decidió que Viridiana era una exaltación a la blasfemia más impía y susceptible, quién osase o ose aún verla, de ser achicharrado en la parrilla de San Lorenzo: ¡vuelta y vuelta: Voltaire! Recuerdo, más o menos, que contestó: “Cuando al Clero y al Estado (cancerveros incluidos) les parezcan bien mis películas, será que ya me estoy haciéndo viejo y chocheo... y que me conformo con cocinar natillas o crema catalana; entonces alguien me debe aconsejar, asiéndome fuertemente del brazo, que me retire, que desista y que sigan otros a los que les encanta alzar a la Iglesias y al Poder en palmitas, en angarillas, a la sillita la reina, bajo palio... (todo es una aproximación, puesto que nunca he podido aprenderme correctamente nada de memoria por la dislexia: ¡lo siento!) Yo, no pretendo resultar tan drástico ni tan brillante, por la sencilla razón de que nadie me lee (Hace unos diez años, cuando aún disponía de brío y de ambiciosos sueños, M. Ángel de Rus apostó por un servidor con "Luna Árabe, lo que siempre agradeceré... ¡y no es peloteo!)
Ahora pienso que a mi edad ya nunca alcanzaré fama ni cofres de riqueza ni prestigio alguno; en cambio ya hay detractores sin haberme leído: ¡pensaré que son fanáticos intransigentes: así evito quebraderos de cabeza! Resumo: que alguien desprecie lo que escribo o le sea arduo o molesto a la vista-oído-olfato, está en su derecho, si es eso lo que le dictan sus neuronas. Otro punto, sospecho y ahora con razón, que me malinterpretasteis con lo del Sr. Curto y D. César; nunca fue un insulto particular a ellos, sino un tirón de orejas a aquellos que les pone y les encanta el insuflar de aliento o del cálido aire que dimana del aleteo de una mariposa (esa revolucionaria, que mueve montañas, desata tempestades...), sobre el cogote de sus ídolos; o, ensalzados de honor de ley y orgullo de poder, lanzarse a la calle a dar palmadas sin saber a qué ni por qué; si intuimos que se debe o se trata de uno de los nuestros, todo va ¡de perilla! No me debería excusar porque, en el fondo me da igual; no obstante, no me agrada que ateniéndose a un eco, den por sentado que yo ando insultando. Y sobre mi crítica al Japonés o a la Japonesa Ozu o Zoú (seudónimo en este foro), sólo os conmino a que volváis a leer su opinión y veréis que aparenta y huele como a tostadito de la plancha. También quiero puntualizar que mi interés sobre lo de editar mis textos en una página, solo responde a una propuesta la hostia de generasa y altruista de que me lean, al menos, y sin pagar un DURO; de paso, evito contiendas con editores, distribuidores, libreros... Y en mí, cierta decepción causada cuando compruebo que no he vendido siquiera un solo libro a Ese Homo. Ya puestos, también me gustaría reiterar ¡no me canso!, lo mezquino de esta formulita de no identificarse por si alguien va y te reconoce; a estos, les aseguro que aún si fuesen amantes de la Bióloga más famosa y joven del Mundo o, por el contrario, respondiesen a la estirpe de LA MUJER FENÓMENO¿?: (Una ingenua y cándida joven de celuloide que desea ser famosa; entonces, coge sus ahorrillos y se compra o alquila espacios enormes en las frentadas de N.Y para colgar o plasmar anuncios con su nombre en letras MAYÚSCULAS) os juro _una manera de hablar_ por lo que queráis que os olvidarán, como a ellas y a ellos, en un pispás. A quién entienda mi grado de irreverente (auque visto lo visto, me da en la nariz que el sustantivo viene con truco), le agradezco en el alma su apreciación; a los demás, que sigan en su empecinamiento que es donde deben estar y de donde nunca debieron salir: ¡Miren lo que ha pasado con el Ilustrísimo Jiménez Los Santos! (por ciento no os habéis fijado que es un calco al Jorobado de Notre Damma _en respuesta a sus insultos_, el que interpreta Charles Lauton junto Mauren O´Hara... ¡perdón por no recordar bien los nombres!): Si no lo saben, de joven, el dichoso individuo, vio brecha y holgura y ocasión entrando desde la CNT a la política, para, una vez dentro, posicionarse junto al Poder más Exceso: el del clero; y eso que aún ¡pobrecillo! no ha podido deletrear bien su nombre.... ¡Y, a saber adónde acaba la criaturita! Bueno, hasta que me de otra rabieta matutina, un abrazo. AGM.

¡Qué bonito! (De sobra sé que debería desistir sobre este asunto, pero ¡qué le voy hacer, si soy y me comporto como un idiota masoquista)
Qué bonito armar polémica encendiendo la yesca y salir corriendo. Hombre, podrías implicarte un poquito; o es que te gusta azuzar a quiénes como yo se lanzan a mordisco limpio y sin ton ni son. Esto no sólo es un inciso a tu pregunta, más bien un ensimismamiento propiciado por quién ha respondido a la propuesta con una jaculatoria preciosa: ¡solo falta decir que quiénes en algún momento fuimos tocados por la barita mágica del editor más independiente del universo: el jefe irreverente… _que más no puede_, dándonos paso a su firmamento, somos por definición los mejores, tanto o más que quién por gracia da una patada a un balón: ¡sería el colmo!; eso sí, cobrando miles de millones los últimos. Cuál es el virus o bacteria que nos contagia de esta perruna condescendencia, autocomplacencia. Me pregunto: ¿Si mañana sois llamados por una editorial de élite, resultaríais tan altruistas rechazando tal oferta y arguyendo que os debéis a la editorias que primero apostó por vosotros, u os apuntarías al carro del éxito, sin volver la cara atrás y sin recordar al -hoy tan alabado por vosotros_ D. Miguel Ángel de Rus? O es que este peloteo responde al mísero deseo de que os vuelvan a publicar; de ahí que en el fonro derrochéis tanta plegarías: ¡Señoríito, dame argo! Mis sospechas de que de algún modo se le da coba a los guindillas (dícese de quienes destacan en papel cuché con todo el glamor del éxito o premio recientemente en su haber; ¡un consejo! si, para la foto de la portada, apoyaís el codo contra el borde de la barra en una cafetería, de tal modo que la mano plegada sostenga graciosamente el mentón, quedarías de lujo: ¡mejor que mejor!; quedando en fotocopia para cada portada de cualquier página y en cualquier parte o lugar: ¡es que he quedado tan lindo! Y además, ya andará y se codeará, entre los famosillos o distinguidos como: estos son en verdad los nuestros: ¡miren qué preciosos cada uno y todos en general!; sin detenerse o apuntar que también existen aquellos otros a los que nunca entrevistaron ni siquiera salió alguna referencia suya, en periódico o revista del gremio, para ostentar tan excelso lugar. O, la otra vertiente para infelices, pudiese ser que aspiraseis a salir en la foto en tetas como cualquiera de esos inmaduros u oligofrénicos de GRAN HERMANO. Para mí, y sin más pamplinas, me parece repugnante sentir que dando bola os acogerán en el Reino, como apostillan y confían las beatas en la iglesia vía jaculatoria. Pues yo creo firmemente que de no rezar después o ejecutar unos cuantos mantras, aun tras haber desplegado tantísima tontería, jamás seréis escuchados por el poder, provenga de donde fuere... ¡O, mejor, si os apremia un reconocimiento inmediato, podéis arañar o brindarse... o en su lugar, perseguir a la caterva de cristianos de la COPE, para de no ser elegidos, al menos ¡eso aseguro que es infalible! a recolectar mérito y alcurnia para que os den permiso para apostolando entrar en cualquier cielo literario! AGM.




Volver al foroResponderMira por dónde, un Liberal como Jiménez los Santos, además racista... ¿Se puede pedir más? Admin: Borrar  mensaje

Mensaje


Me parece, más que preciosa tu exposición, que lo es, interesantísima... pero, sorprende aún más si cabe, tu dechado de virtudes y de una caridad cristiana fuera de toda tentación de Satanás... Sí, hombre: El del_moño_rdojo. Mira, claro que está mal la política y cualquier troupe que se incline hacia ella sin escrúpulos: El ejemplo más tristemente palpable lo tienes con el baquero Bush que ha dado al traste con la economía Mundial, que en su mandato, sólo impuso guerras a discreción; eso sí,
a precio de vidas.Además,
sospecho, que como tú
también es racista; pero
no temas, Dios te lo
perdona, como a Bush.
AGM.
¡¡¡¡Strawberry !!!
Dando un paseo por las páginas, de aquí en el Foro de mi amigo Miguel Ángel, me encuentro dos conflictos de esos a los que en proclama se debería izar la pancarta de: TODOS A UNA; JUNTOS PODEMOS; UNO DE LOS NUESTROS SE HA HECHO DAÑO Y HAY QUE CURARLE DE INMEDIATO: ¡Pobrecito! ¡EN EL FONDO, TODOS SOMOS MADRES!
Desconozco la crítica a este Señor, y ni siquiera al Señor en sí, y menos al contrincante o artífice de tan mayúscula e injusta crítica contra uno de nosotros, ni acaso leo el diario "El País" _DONDE AL PARECER Y AL ARTISTA A QUIEN NOS REFERIMOS, LE HAN PUBLICADO UNA CRÍTICA DELESNABLE ¡vamos, que le han puesto a caer de un burro!_ ni algún otro (vivo aislado en mitad del campo), pero me llama la atención que ante un roce al gremio adonde pertenecemos, y ya salimos, botiquín en mano, por si hubiese que aplicarle melcromina y una tirita a nuestro ídolo y, por supuesto, con un arma camuflada por si anduviese allí el salvaje, injurioso y culpable de tamaño delito, para endiñarle dos moharras si la cosa se calienta. No os parece infantil y gregario adherirse a cualquier barahúnda, responda a la índole que fuere, pero que sí recuerde a nuestro son o soniquete... o dimane de las hubres que nos repontan el gustito de publicar.
Los dos conflictos o fenómenos son iguales, más con diferente máscara, según el clamor: Si a uno de los nuestros lo premiamos nosotros mismos (yo confieso abergozado que, por no sé que síndrome, nunca le confesé a un amigo que escribía peor que la Pedales; seguramente fue por lástima, que es aún más indigno), y ni nos preguntamos cuál la calidad del premiado respecto a los demás, no resultará que hemos perdido la chaveta; o nos hacinamos en pella y alborozados nos lanzamos como en el fútbol a dar vueltas, bandera asomando por las ventanillas, alrededor de una fuente, como ovejas o peor, dado que no nos azuza ningún perro, sino algo más abstracto: la histeria colectiva de lo huero... y no menos superchería; nadie se pregunta si el contrario fue o no un buen contrincante, si el nuestro tuvo chiripa y ganó, no por su diligencia, siquiera por casualidad; se da por hecho que sólo son buenos los que lucen nuestro color. Imaginen este pequeñísimo ejemplo ampliado a cualquier idea o compromiso de mayor envergadura: siempre se rendirá culto A UNO DE LOS NUESTROS, aunque evidentemente sea inferior al contrincante; visto lo visto, nadie alcanza la dignidad de asumir responsabilidad de algo que dimane de su entorno, sólo a vocear en tropel aplaudiendo ciegamente lo que suene o que responda a nuestra melodía, a nuestra cantinela, a nuestro compás. Pronto andaremos como los políticos, pensando que sólo por proponerlo, ellos desde su púlpito_partido... y nosotros agachados asintiendo desde nuestro hornito, o grupito, ya será la proclama, indiscutiblemente, superior a cualquier idea que provenga del contrario; y viceversa. Me da tristeza que sólo atendamos como suma a la algarabía de nuestra secta particular: ¡ala, a colocarse los harapos y a asediar a todo vicho viviente!; ya nadie hace una autocrítica apuntando: ¡Miren, esta vez nos hemos equivocado... la hazaña del contrario fue más acertada y digna! El argumento al que no dejamos de referirnos, para nada, se posiciona junto a ninguna de las dos partes; las desconozco una y otra; pues sencillamente me ha llamado la atención que en dos punto correlativos dentro del foro: en uno, todos asientan que un tal Curto se merece un premio por encima del resto, sin crítica previa; en el segundo descuelgan el gato de siete colas o la disciplina o la fusta y se lanzan de manita a la calle, a grito pelado, arengando que los malos le han hecho pupita a OTRO DE LOS NUESTROS. Me parece, cuanto menos inmaduro... o de primero de guardería. Para qué exponernos a Medio alguno, si realmente y de antemano, se conoce la verdad absoluta; por qué no os quedáis en la cama esperando la Ascensión a los Cielos, sin más. AGM.
Debo, por millonésima vez advertir que padezco dislexia severa y que me es difícil no cometer errores. Lo siento y me disculpo de antemano, por si ya he cometido algún gazapo (que serán varios) y por si algún sabihondo (jamás faltan) opta de nuevo por regodearse en mezquindades dejando aparte el contenido; es también muy nuestro; por eso lo advierto ya como cantinela. Y, ya puesto... y porque me canta el sobaco de tanto reprirmir este pecado mío, no me queda más bemoles que soltarlo de una vez: El motivo de adoptar el nombre de "Quién no es ni la Trini ni su abuela" fue debido a que me borraron de un tajo una respuesta, según muestras solapadas o de tapadillo, al respecto de mis injurias (aúnque os juro que yo vi el vídeo), sobre el maridio de quién viste a los payasos. Gracias.

Sobre tus críticas al Premio ganado por Curto, te contesto abajo (el jefe Miguel Ángel de Rus), en "Para quienes piensan que caemos en la autocomplacencia: Los amantes del hotel Tirana es una novela excepcional, lo afirmo como presidente del jurado"
Hola Miguel Ángel ¿Puedo tutearte? Precisamente tú que me conoces bien y de tiempo, me disgusta que no me hayas entendido mis sobresaltos sobre Curto. Ya expliqué que en principio era para levantar polémica; desde hacía unas semanas, sólo se veían propuestas anunciando carne al por mayor (que está muy bien, pero no en una sección ¿? sobre literatura); ¡fíjate que pensé que te estaba haciendo un favor! Ahora, a lo que íbamos: Siempre me han molestado los padres que alardean de sus hijos (¡no lo comentéis, pero me temo que yo lo hago descaradamente¡), aun resultando éstos genios indiscutibles; y más me refería a que esa tendencia puede ser susceptible de que se piense en un pequeño trapicheo: resaltaltar, por extensión, el mérito propio: el de los progenitores. Ya te comenté que mi suegro D. Luis Ponce de León Ronquillo, siempre me disuadió de los premios agarrándose a esta simple premisa: A los premios se presentan miles; el jurado (él fue muchas veces partícipe) por la propia evidencia jamás podría leerse tamaños y diferentes disparates, así que cada cual suele ya tener dos o tres a quién juzgar, por lo que se entiende que, salvo los precisos, principales y conocidos, los demás, caen en saco roto... y esto tratándose de una editorial decente, según cacarean su miembros constantemente. Imaginan un Planeta (de sobra es conocido que los regalan antes siquiera de ser redactados), un Alfaguara, un Anagrama... y demás. Como prueba he mandado alguna vez una obrita a concurso; en la totalidad de los casos, como soy perro viejo, introduje una pequeña trampa para saber si acaso los leían u hojeaban; pues tengo que confesarte que en ningun caso siquiera abrieron el sobre o paquete; aunque argumentaban que siendo leído y sopesando mi obra, respecto a las demás, habían considerado que carecía de méritos indispensables para entrar acaso en la segunda lectura o fase. Nadie se atreve a exponer que esto de los premios conlleva algo de truco ilusionista. Y por descontado dudo que el tal Curto no responda como un magnífico escritor; sería de idiotas pensar que quién apostó por mí hace ya 9 o 10 años, no fuera alguien de olfato fino como un minino. De cualquier manera, perdona si he vuelto a dañar tu sensibilidad; soy puñetero por naturaleza... y tú bien me conoces. Aunque sí creo albergar razón en que se tiende generalmente en proteger a: UNO DE LOS NUESTROS. Perdona, procuraré no entrar al trapo. Gracias y de nuevo Perdón... Y más aún por repetir lo de UNO DE LOS NUESTROS (que sé que es el título de una pélicula; quizá la mejor o más aceptable de un director del que no quiero ni mentar su nombre, no vaya a sucederme igual que a Woody Allen cuando conoció a Santa PE, según su palabras: ¡bajo su pantalón saltaron chispas o chirivitas); pero, dime, a que da mucho juego. AGM.

Mira por dónde; otra vez que, ojeando el foro, se me enhiestan y desbocan las iras.
Primero, decirte que quién emplea como defensa propia y ajena el mero, pero vulgar juicio de valor, suele atender a un niñato que empecinado en su inquina sólo vocea improperios vacíos de contenido, pero con mucha retranca y el ceño muy fruncido... ¡y con su verdad por bandera!; no obstante, si sólo fuese así, tendría la explicación o el perdón de tratarse de injurias de un niñato a un amigo íntimo aún más chulesco; pero si además, como es el caso, firma como ácrata anónimo, esto ya me infunde sentimientos que mejor sería caparlos o desfogarlos antes de que afloren (de ahí que después de proponerme no entrar más al trapo vuelva lleno o contagiado aún con peor leche) o me estalle la cabeza como una nuez por una ardilla. Quiénes se manifiestan respecto al tema que nos ocupa, en general coinciden en denominar al contrario con soeces despropósitos sin apuntar ni analizar algo que exista dentro de la semántica del artículo o crítica; pero resulta penoso que, según los avezados del foro, sólo fue mala intención e inquina sin fundamento; ante lo que ustedes, sin lerlo, consideran un atroz empecinamiento del crítico en vilipendiar a un ARTISTA... ¡vamos; el artista absoluto, pero de su calaña! Y claro que hay que apoyar a los amigos, pero sin perder las maneras (para eso ya está la Iglesia respecto a los pederastas... o si andas enamoriscado de un escritorzuelo o de un millonario: entre ártistas y mecenas, por qué no); estos, si acaso o, por norma, consideran de mal gusto que uno se cage en Dios aunque no exista... o que uno u otro, aunque responda como irremediable o irreversiblemente irreverente, le dé o se empeñen en oficiar Misa para salvar lel almita del ya esqueleto del negrito: ¡ni media pega... mientras no entren en competencias las muheeres: ellas no puede ni tocar tal sacramento! Sin embargo, nunca argumentar de la curia... ¡si no quieres ser excomulgado de inmedito! que se ha convertido en una multinacional aún más ambiciosa que la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid... (¡Qué tiempos cuando Tierno Galván se retiró o jubiló con su trajecito marengo, la paguita y un piso de 60 metros cuadrados!... y no es una historia de otra galaxia: apenas 20 años atrás); aunque yo me refería, con guasa, a la dignidad, a la ética, a no ensañarse gratuitamente armando bulla vacía por esas calles de los infiernos con fetos en las pancartas; además, aún resulta de peor gusto argumentar insultado, con topicazos y en la misma manifestación: del calibre de "Lo de: esos progres trasnochados" refiliéndose a simples almitas de dios que aupan a su govierno-líder como es menester y su obligación, dada su condición de votantes sin mayores aspiraciones, repito _lo que ellos consideran un insulto; a mí me parece una simple tontería_, puesto de rabiosa actualidad en la Cope por el Genio Iluminado Jiménez los Santos, antes: ÁCRATA. Ahora bien, el que en la locura del Ruido y la Furia, diserta punto a punto analizando cualquier desajuste, o de ser la víctima insultada e injustamente injuriada, no está de más darle un toque de atención al instigador: un ejemplo, _ y en el particular en esto !me ampara toda razón, porque me sale de los cojones!_: por qué no ponemos el grito en el cielo... (yo, hasta el glande) viendo salir en manifestación a los rebaños de toda España ¡y no me refiero ni al lanar ni al vacuno por la cañada real!, aupados e instigados por intereses difusos e impropios, mas arropados por los despropósitos de la iglesia por el mero hecho de que la ignorancia la considera Santa... y aunque su Pontífice anatemice al vulgo, entre la miseria más execrable y vestido Él de palomo y con mas joyas que una folklórica; y siquiera más descarado aún, que tales argumentos vengan avalados directamente desde la palabra de Dios; quién, según Él, su pasartor y su voz en la tierra, y que, por tanto, le permite que considere más piadoso y mejor infectarse de SIDA que destinar parte de los miles de millones del banco Ambrosiano: uno de los más poderosos del mundo, para paliar alguna de las mil pandemias que asolan todo el continente o continentes fuera del arcoíris del glamur... ¡qué vergüenza!
Pues, desde otro vértice o de manera reducida, se va cayendo aún dentro de sistemas recoletos, pero de la misma índole: en definitiva, a berrear sin saber coger ni el tono ni por qué andamos gritando, a no ser que nos consideremos cabras: ¡siendo éste el mal menor! No estoy, como ya he repetido, ni en contra del músico ni del escritor (Curto y Strawberry); no conozco a ninguno. Tampoco, y repito machaconamente, tengo acceso a periódico alguno; muestra de que no me arrastran sentimientos de apoyo falsos; en cambio, me subleva la idiotez supina y más si se canta la gesta en rondalla de esas que la Derecha quiere resucitar: La Tuna. Toda esta morralla viene a cuento para señalar que resulta ridículo y huero apoyar a alguien sin argumentos ni sentido alguno; hasta podría apunta que lo mismo resulta negativo: ¡piénsenlo! Siempre vuestro: AGM.

Los Dioses, por definición, son intocables... y casi invisibles.
Agradezco ¡no sabes cuánto! tu explicación tan detallada y pormenorizada, hasta los fondillos; pero no se trata de alardear de nuestra condición como genios o artistas, ni imprimir énfasis en lo propio para atraer la atención; mas, aunque ya te he contestado más arriba, debo puntualizar alguna cosilla, si no, me entra la comezón y me impide dormir a pata suelta. Miguel Ángel, dado que regentas no sólo una editorial y algún premio que otro, aparte de rastrear mil campos espulgando cualquier cosa que huela a arte, no está demás, por tanto, que deberías no ser ni comportarte tan quisquillosamente cuando sólo he soplado un poco para despertar y no caer siempre en la autocomplacencia: de sobra y de rigor considerar que somos mejor que los demás y ¡quedarnos tan anchos! Para aclararnos, di fe de que no conocía a ninguno de los agredidos (Curto y César), en cambio, si me molestó la crítica miserable, vil y execrable de quienes aprovechan para insultar a diestro y siniestro a personas al margen de su buena o mala calidad en su trabajo por el hecho de no destacar en los círculos de nuestros dominios donde, no obstante, de inmediato sería agasajados, ¡claro!, si reprimen su jucio o critica para no dañar a artistas tan exquisitos: [Alguien puede pensar, con dos dedos de frete, que se puede siquiera comentar que Papito fue, es, o será acaso un pintamonas pijo con mucho márquetin y agarraderas mil y una finca mansión en un paraje idílico de Extremadura etc.; pero como sobre el gusto y la distinción de la música parece ser que aún no nos hemos ni nos pondremos nunca de acuerdo, por aquello de que sobre gustos los colores (desprecio los refranes; pienso que reprimen la iniciativa y sobre la imaginación resulta muy perjudicial; la prueba es que ya todos los tertulianos Televisivos sólo atienden, se explican y se contestan sólo con refranillos: Fijénse que el Jefe de la oposición emplea: ¡de los nervios!), suele responder, por ejemplo, a que hasta en detalles tan nimios como que ese día te levantes con la polla como un pepino y al entrar en tu flamante coche y sintonizar tu dial predilecto, y por eso de birlibirloque, te prendas de que una voz empalagosa y falsa (como la de Papito o, de cualquiera de tantos como se apoyan sin atenerse, a caso, a que sólo son un artífices del mercado y cierta astucia para el dinero aprovechando que ya antes de nacer son famosos; no obstante, ¡ala! a sentir escalofríos sin contención: repentinos. Sin embargo... (¡no hay que despreciar, tampoco, momento tan sublime! ) ... y aunque después te preguntes: ¡pero, pero... si esta orquestinas de charanga me acaba de producir una corrida como un demoño... y no de toros!] No obstante, aunque en literatura nos apoyamos en otras reglas, tampoco sería descabellado apuntar que no todos los gustos coinciden ni serán llamados a trascender en el futuro por el mero hecho de conseguir un premio o en el otro caso: de cantante, dar más vueltas que una noria. Sinceramente, creo que ese lugar tan preciado (El Parnaso) _adonde ninguno de nosotros olerá siquiera su esencia_, o acaso sólo responderemos a meros amanuenses anónimos que un día redactaron una página sobre la primavera; me temo, que incluso disponen barjar del altar al Académico Doctor Javier Marías, ¡pero no lo comenten que no quiero que sufra este muchacho ahora que lo ampara y disfruta con su corona de laurel en la Realísima Academia!. De cualquier manera, espero que a Curto le den el Nobel y a César un Gramy; y al tal Papito, la enhora buena, pues creo que acaudala las dos distinciones artísticas. Y ustedes perdonen. AGM

Sobre Führer: Y ¡qué no decaiga!
Creo que se empezó dando cabida, como juego macabro, a individuos desarraigados, dementes, oligofrénicos, con minusvalías reseñables y alto excéntricas ¡de las que tanta gracia provoca en niños y padres alborozados y en comparsa! O como, antiguamente, de no servir para la chanza en Palacios, el resto vayan sorteados entre teatrillos de mala nota en ferias (hombre elefante), o en CIRCOS MUNDIALES, si tuviesen cualquier ardid encomiable y sucesible de la risa más grosera; hoy, su omólogos, aun se van relegando a programas basura, para ¡echarnos unas risas! Sin embargo, hasta podría resultar generoso si, de agotarse la gracias o que ha mermado su caché por agotamiento o, sencillamente, han pasado de moda ¿? como los filibusteros de antaño, tampoco se les encuentra un lugar digno; se olvidan y !santas pascuas!. Acaso en esta condena ¡ala! de nuevo al agujero de donde salieron... o, si fuera necesario, los que ni siquiera provocan un mueca, bajo llave en uno de aquellos centros que, si hay que rehabilitar, pues por qué no; aunque resulte macabro, al menos así, andarían de nuevo donde hace pocos siglos o años o meses, los hacinaban con argollas y cadenas dentro de pocilgas mantenidas por acaudalados rumbosos y tocados de alta caridad cristiana; de cualquier manera quedarán desahuciados: ¿Donde creen sino que fueron a parar aquellos enanos que tanto alabamos del célebre cuadro Las Menina; piensan que después de hacer gracia a infantas tan preciosas y cuando éstas ya mayorcitas prefirieran mejor a los infantes o a sus porqueros, fueron asistidas como sería de Ley y Justicias en centros donde terminar los días dignamente?; me temo lo peor, y aunque no tengo o disponga noticia ni reflejo histórico sobre el particular (tal vez lo haya, y mi ignorancia no supo encontrar ¡no lo pongo en duda!), que fuesen arrojadas a la puta calle, a que se pudrieran bajo puentes entre la inmundicia; hoy doy fe que, aquellos que fueron requeridos por insignes Locutores de Televisión, son relegados al olvido, inmersos de nuevo en su dolor, en la inmundicia; siempre habrá repuestos con ardides y gracias nuevas para llevarlo a platós para que el público (el que bota y el que no) se parta la polla a reír.
Ustedes se preguntarán por qué tal inquina hacia gente disminuida; doy fé de que si continúan, para nada responde así mi intención: más próximo al juego de otros disminuidos, pero muy estimados económicamente y hasta famosos. En cuanto, y si por algún detalle (ahora me vuelvo a referir a los peleles, nunca a disminuidos), resultasen aún más agraciados por excelsas y notorias mañas y demás, se reclutarán dentro de la corte, para que, como en las Meninas, diviertan o divirtiesen a las princesas y a los perros. De comparar los dos tiempos, el presente y futuro, sería como tildar el contenido de infantiloide o surrealista; aunque si damos una vuelta de tuerca, resultaría fácil detectar que, herederos de aquéllos (de los peleles chistosos), campan a sus anchas y en purrela por todo tipo de programas televisivos o, si responden a cierta élite (antes, en garitos) pues, de chistosos en tribunas universitarias, en las cortes y en la corte, en los tribunales, en plazas de toros, centros deportivos... Coligiendo, hoy nada ha cambiado, sólo se trasloaron los papeles y la capacidad de ¿entendimiento? (el poder siempre se encarga de ello) del público en general; los más tontos se reconocen hoy como a genios y son aplaudidos y agasajados a manos llenas; se les conceden grandes cargos: jefes de estado, ministros, honoríficos de lo que encarte y resuene, dueños de periódicos... pues, del primero al último, quedan bien sobre cualquier entarimado o tribuna; y, como colofón, banqueros (el dinero no se consigue con inteligencia, sino con astucia y sin ética ni decencia ni honestidad ni escrúpulo alguno...: luego se reza y santas pascuas ¡aunque carezcan de sesera!) Pero, de ponernos serios, lógicos, razonables y rigurosos, sólo con un desprecio unánime... sin eco, sin gradas adonde los aplaudan o, sólo otorgándoles contundentemente su merecido, bastaría: ¡Venga! en su casita, catedral o palacio ingiriendo sus psicofármacos... ¡que luego levantan alas y nos montan una guerra de esas sonadas como la que montó Bush y su secuaces: uno de ellos, nuestro, y de quién hoy habláis (yo, antes me arrojo por un barranco todo vestido de blanco): Pues que sepan, que su negro (J. Mª M.), que le conozco bien, solo es un trepa histérico y como diría Chiquito de la Calzada (mis mayores y sinceros respetos a este gran profesional): ¡¡¡Maríiquita!!! Y que no se ofendan los gays, que yo soy maricón. Quizá no tengo el lustre necesario para que me acojan o escojan como a una de esas mariquitas extranjeras de exquisita excentricidad (en esto no hemos cambiado) para aliviar del tedio a Señoritas de Alta Cuna y de Baja Cama... (¿La recononcen?). AGM. Pido perdón por los posibles errores de mi dislexia... ¡OTRA VEZ! Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.